"Me gustaría un café descafeinado, con leche desnatada, un poquito de espuma, que no esté ni caliente ni frío, y si es posible servido en vaso de cristal."
Este podría ser un ejemplo de lo que tienen que aguantar muchos restaurantes en Nueva York, donde los ciudadanos tienen fama de ser caprichosos a la hora de pedir un plato o bebida.
Pero parece que sus exigencias, que muchas veces rallan lo ridículo, tienen los días contados.
Vea porqué en este video de BBC Mundo.
La mejor forma de optimizar la Cadena de Suministros
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Cuando se identifican las áreas de oportunidad que se tienen en los
procesos que intervienen con la rentabilidad de un negocio, muy seguramente
su revisión...
Hace 9 años
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