Una pregunta para hacernos es, ¿sirven estos ajustes solo para salir del bache a corto plazo?, o ¿estamos aprovechando la oportunidad para modificar las estructuras operativas del negocio para hacerlas más eficientes y productivas?
A primera vista reducir costes puede parecer una labor relativamente sencilla, aunque realmente no es así. Con una adecuada reducción de costes deberíamos llevar la empresa a ser rentable, se aprecia sin embargo que en no pocos casos, son procesos que no consiguen este objetivo de una forma sostenida. Se eliminan puestos de trabajo, se renegocian los precios con los proveedores, se dejan de hacer determinadas tareas y actividades, con el fin de mejorar los márgenes, pero al final las empresas no parecen saber trabajar sin sus costes, y los niveles de servicio y atención al cliente se acaban resintiendo, la sensación de “no llegar a todo” estresa la organización, y no se recupera la rentabilidad.
Para resolver esta situación, lo primero que tenemos que entender es que reducir los costes, no puede quedar sólo en un recortar los costes. Los costes no son un mal en sí, una empresa se dota de costes para producir valor para los clientes, sin costes no hay valor, y si no hay valor, no hay clientes tampoco. La cuestión es por tanto de determinar qué actividades son claves para el negocio, y de estas actividades cómo organizar la operatoria de una forma óptima, decidiendo cómo llevar a cabo las tareas y procesos que las componen.
---continua---
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La mejor forma de optimizar la Cadena de Suministros
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Cuando se identifican las áreas de oportunidad que se tienen en los
procesos que intervienen con la rentabilidad de un negocio, muy seguramente
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Hace 9 años
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