Analizando los diversos hallazgos podemos establecer las estrategias haciéndonos preguntas como las siguientes:
¿A que se deben nuestras fortalezas?, ¿Cómo aprovecharlas mejor?, ¿Cómo se compara nuestra competencia en relación a dichas fortalezas?
¿Cual es la causa de nuestras debilidades?, ¿Que está haciendo la organización para atacar esas debilidades?, ¿La competencia tiene las mismas debilidades?, ¿De ser así, como se comparan con las nuestras?, ¿Cómo atacar esas debilidades para diferenciarnos de nuestra competencia?
¿Están claramente identificadas las oportunidades que puede aprovechar la empresa?, ¿Cuáles no puede aprovechar y por qué?, ¿Esta la organización preparada para aprovechar adecuadamente las oportunidades que se presentan?, ¿Cuál es la brecha y que se requiere para que la organización pueda aprovechar al máximo esas oportunidades?, ¿Son las mismas para la competencia?, ¿En qué estado se encuentra la misma para aprovecharlas?
¿Las amenazas detectadas son para nuestra empresa o para toda la industria?, ¿Cual es su causa raíz?, ¿Cómo es la mejor manera de afrontarla?, ¿Qué tan preparada se encuentra la competencia para afrontarla?, ¿Se prevé su intensidad a mediano o largo plazo, o tiende a aumentar?
Responder todas estas preguntas, nos permitirá formular la
mejor estrategia a seguir.
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